Padre amoroso,
Protege, te suplicamos, a todos los que han sido forzados a dejar sus hogares
por la violencia y por ser perseguidos, guíalos a lugares de refugio y seguridad,
y has que las personas emigren porque así lo desean y no por necesidad.
Vela por los niños que emigran solos,
protégelos de los riesgos que ellos enfrentan en su camino,
ayúdalos a llegar seguros a su destino,
y reúnelos con aquellos de quienes han sido separados.
Guía a todos los migrantes que buscan una vida mejor,
así como nuevas oportunidades,
y concédeles un nuevo comienzo.
Te suplicamos que nos des a cada uno de nosotros la fuerza y la generosidad
para acoger al extranjero y abrir nuestro hogar al recién llegado,
y, al hacerlo, brindarles consuelo a aquellos que están sufriendo.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.